Resumen Ejecutivo
El gobierno federal de Estados Unidos invierte casi 76 billones de dólares al año en informática, y 20 de esos billones están destinados a equipos, software y servidores de archivos (Alford and Morton, 2009). Tradicionalmente, los servicios de informática se han proporcionado a través de ordenadores de sobremesa o portátiles que funcionan con software de marcas registradas. No obstante, los adelantos en la computación en nube han permitido a agencias de los sectores públicos y privados a acceder a software,y a servicios y almacenamiento de datos a través de servidores de archivos remotos. Teniendo en cuenta que el número de centros de datos federales se ha disparado de 493 a 1.200 en la última década (Comisión de Comunicaciones Federal, 2010), ha llegado la hora de preguntarnos seriamente si es posible ahorrar si nos basamos más en la computación en nube.
La computación en nube hace referencia a servicios, aplicaciones y almacenamientos de datos proporcionados en línea a través de potentes servidores de archivos. Tal como señalan Jeffrey Rayport y Andrew Heyward (2009), la computación en nube tiene el potencial de producir “una explosión de creatividad, diversidad y democratización basada en la creación de un acceso omnipresente a recursos informáticos dinámicos”. Al liberar a los usuarios de sus ataduras a ordenadores de sobremesa y ubicaciones geográficas específicas, las nubes revolucionan la forma en la que personas, empresas y gobiernos llevan a cabo tareas informáticas y de comunicación básicas (Benioff, 2009). Además, la computación en nube permite a las organizaciones ampliar o reducir el nivel de servicio necesario para poder adaptarse a la capacidad que precisen. El 58% de los ejecutivos del sector informático privado pronostican que “la computación en nube provocará un cambio radical en la informática” y el 47% dicen que ya “la están utilizando o investigando a fondo” (Forrest, 2009, pág. 5).
Para calcular el ahorro que podría esperar una agencia federal cuando hace un cambio hacia a la computación nube, en este estudio reviso trabajos pasados, llevo a cabo análisis sobre agencias gubernamentales que ya han realizado la migración, y analizo el futuro de la computación en nube. Mi conclusión es que las agencias generalmente obtienen un ahorro entre el 25% y el 50% debido a la migración a la nube. Para el gobierno federal en su totalidad, esto se traduce en un ahorro de billones de dólares, en función del alcance de la transición. En esa valoración influyen factores múltiples, como la naturaleza de la migración, la dependencia de nubes públicas o privadas, la necesidad de privacidad y seguridad, el número de servidores de archivos antes y después de la migración, la cantidad de ahorro en mano de obra, y los índices de utilización del almacenamiento en servidores de archivos. En base a este análisis, recomiendo cinco pasos que deberían llevarse a cabo para mejorar la eficiencia y las operaciones del sector público:
- el gobierno debe destinar más recursos a la computación en nube con el fin de beneficiarse de las ventajas que presenta ese enfoque,
- la Administración de Servicios Generales debería recabar datos sobre aplicaciones de computación en nube, almacenamiento de información y ahorro de costos con el fin de definir posibles economías de escala generadas por la computación en nube,
- los funcionarios deben clarificar normas de adquisición para facilitar la compra a través de servicios en nube adaptados o por suscripción y soluciones en nube adecuadas para aplicaciones de riesgo bajo, medio y alto,
- los países deben poner en armonía sus leyes en materia de computación en nube para evitar una “Torre de Babel” y reducir las contradicciones actuales en relación con la privacidad, el almacenamiento de datos, los procesos de seguridad y la formación de personal, y
- los legisladores tienen que revisar las normas relativas a la privacidad y la seguridad para asegurarse de que las agencias tengan garantías adecuadas a su misión.